INDISCIPLINADO, DISCIPLINADO, AUTODISCIPLINADO

 
“En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: …control propio” (Gálatas 5: 22, NTV).
 
Lectura: Gal. 5:22-26.
 
            Cuando llegamos a la casa de nuestra amiga, el perro estaba fuera en el jardín mirando por la puerta de cristal, a ver si le iban a dejar entrar. La mujer abrió la puerta y el perro entró, nos olió, fue a su cama y se acostó. Nuestra amiga nos explicó: “Cuando el perro está conmigo, sabe que no puede subirse encima del sofá o los sillones, pero cuando llega mi nuera, su ama, me mira mí, mira a ella, e inmediatamente se planta en el sillón. Se extiende todo lo largo que es y descansa su cabeza en el reposabrazos. Cuando está ella, ocupa todo el sofá y nadie más puede sentarse allí. Tengo pelos por toda la casa y no hago más que barrer”. Resulta que la familia de su hijo estaba pasando una temporada en su casa y que habían venido con el perro. El perro no tenía ni un pelo de tonto. Sabía con quien se tenía que comportar. ¡Sabía mejor que algunos niños! Sabía que cuando estaba su ama, ella mandaba, pero que cuando no estaba, tenía que obedecer las normas de la casa. 
 
            Tengo una pregunta para los niños. ¿Tú sabes que tienes que obedecer a tus padres? ¿Lo haces? Espero que no seas indisciplinado como algunos niños en el supermercado que piden galletas y chuches y patatas fritas, y, si su madre dice que no, lloran. Esto es ser indisciplinado.
 
            Hay niños que son disciplinados cuando sus padres están mirando, pero cuando no los ven, hacen aquello que saben que sus padres no permiten. Esto es mejor que ser indisciplinados, pero todavía no está bien. ¿Sabes qué es lo mejor? Siempre hacer lo que sabes que debes hacer, si los padres están, o si no están. Si tus padres te mandan hacer la cama, la haces inmediatamente. Si están, la haces, y si no están, la haces, porque sabes que debes hacerla. Lo mismo con lavarte los dientes y recoger la mesa. ¿Sabes cómo se llama esto? Esto es ser autodisciplinado. Es lo que Dios quiere de nosotros. ¿En qué cosas eres disciplinado? ¿En qué cosas no lo eres? ¿El perro qué era: indisciplinado, disciplinado, o autodisciplinado? ¿Por qué no pensó: “Ya que estoy en la casa de esta señora, debo no subirme encima del sofá?”.  
 
            Tengo una pregunta para los mayores. ¿Nos portamos bien en la casa de Dios y también en la nuestra y en todos los lugares donde vamos sabiendo que esto es lo que Dios quiere? ¿Somos autodisciplinados? ¿Somos disciplinados solo cuando se nos lo exigen, o todo el tiempo? ¿Somos autodisciplinados en el trabajo, somos puntuales, somos disciplinadas en nuestra conversación, con la comida, con el descanso, con nuestras responsabilidades, aun cuando no nos apetece? ¿Jesús cómo era?  ¿Indisciplinado, disciplinado a veces, o autodisciplinado? ¿En qué se nota? ¿Cómo podríamos ser más como Él en cuanto a la disciplina?       
   
       
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