EL TESTIMONIO DE DIOS

“Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo” (1 Juan 5:9).
 
Lectura: 1 Juan 5:10-12.
 
            Jesús has testificado acerca del Padre. Ha entregado la Palabra del Padre y ha dado a conocer al Padre. Ahora estamos a punto de oír el testimonio de Dios acerca del Hijo. No se trata de creer en Dios para ser salvo. Casi todas las religiones importantes del mundo creen en Dios. Pero creer en Dios no salva a nadie. Lo que salva es creer el testimonio de Dios acerca de su Hijo. Si la persona no lo cree, no cree en Dios, sino que lo hace mentiroso, “porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo» (5:10). Lo está llamando a Dios un testigo falso.
 
            Entonces, ¿cuál es el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo? “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo” (5:11). El testimonio es que la vida eterna está en Cristo. No está en ninguna religión: ni en el cristianismo, ni en la Iglesia Católica, ni en la Iglesia Evangélica, ni en el Budismo, ni en el Hinduismo, ni en los Testigos de Jehová, ni en los Mormones, ni en el culto a los antepasados, ni en el animismo, y mucho menos en el ateísmo. No está en la Iglesia. No está en la Biblia. No está en la sana doctrina. No está en portarse bien. No está en hacer favores al prójimo. No está en los Sacramentos. No está en guardar las tradiciones. Solo está en el Hijo de Dios. Esto es lo que Dios mismo ha dicho.
 
            ¿Se puede concretar un poco más? Sí. “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida” (5:12). La vida eterna no está en creer en el Hijo de Dios. Muchos creen en Él y no tienen la vida eterna. Unos creen que Él es una estatua clavada en una cruz. Éstos no tienen la vida eterna. Otros creen que es un bebé en brazos de su Madre. Éstos no tienen la vida eterna. Otros creen que es una buena persona que vivió hace muchos años. Tampoco tienen la vida eterna. Otros creen que era un buen Maestro. Otros creen que hizo milagros. Otros creen que fue un profeta, que no murió, que ascendió al cielo y que volverá. Ningunos de éstos tienen la vida eterna. Entonces, ¿qué significa “tener al Hijo”? Significa tenerlo viviendo dentro de nosotros, tener su vida en nosotros, tener su Espíritu en nosotros; haberlo recibido, no por medio de los Sacramentos, sino por medio de la fe, es tenerlo como mi Salvador, creer que su sangre derramada en la cruz ha pagado mi deuda con Dios y que Dios me acepta en Él; yo en Él, y Él en mí. Él es mi vida. Esto es “tener al Hijo”, y el que tiene al Hijo tiene la vida eterna.       

Copyright © 2024 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.