EL MENSAJE DE LA CREACIÓN

 

“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Y hasta la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras” (Salmo 19:1-4).
 
Lectura: Salmo 19:4-6.
 
            El salmista está diciendo que el cielo y la tierra hablan, que están anunciando la gloria de Dios a la humanidad sin emitir palabra alguna. Deducimos que el mensaje es para el hombre, porque los planetas y las estrellas no pueden captar mensajes; los ángeles ya conocen la gloria de Dios, así que, queda el hombre. Cuando nosotros, los seres humanos, contemplamos la perfección del cielo y la hermosura de la tierra, ¿cuál es el mensaje que debemos captar? Que Dios nos ama. Por medio de la ciencia sabemos que todos los cuerpos celestiales están colocados en el universo con una precisión perfecta, para que haya vida en este pequeño planeta. Todos los datos que proporcionan el estudio del cielo hablan de una planificación amorosa que permite que el hombre tenga la temperatura adecuada, pues el sol está a la distancia precisa para que ni se congele ni se queme. El ángulo de la tierra en su axis, la distancia de la luna, la posición de los planetas, los detalles en cuanto a la atmósfera, todo habla de lo mismo, de un Dios brillante y glorioso que quiso que el hombre mirase arriba para conocer que es amado, y que mirase alrededor de la tierra para confirmarlo. La creación se hizo para que el hombre respondiese con gratitud y bendijese la mano que ha provisto todo lo que precisa para estar bien donde ha sido puesto por este Ser amoroso. El escritor del himno (John Peterson) lo expresó así:
 
¡Dios es amor! Los cielos lo declaran, las estrellas arriba en luz lo deletrean,
¡Dios es amor! Regocíjate y canta, alma mía; todas las colinas reflejan su gloria,
Las rocas y montañas cantan la historia: ¡Dios es amor! Oh deja que la música suene.
 
Escúchalo en el viento risueño que susurra por un árbol,
Oye su eco en la rapsodia de un petirrojo: palabra gloriosa, toda la naturaleza suena,
¿Has oído la canción que entonan? ¡Dios es amor! Oh alabadle, Dios es amor.
 
¡Dios es amor! Oh verdad trascendente, mensaje de su Palabra resplandeciente,
¡Dios es amor! Lo proclaman todas sus páginas. Cristo el Señor, el gran Creador,
Adorado por el cielo se hizo nuestro Salvador, Nació en la tierra para llevar nuestro pecado y vergüenza.
 
Pero, un mundo perverso y pródigo su gracia y misericordia despreció,
Y en una sala de juicio romano ¡lo coronan con espinas!
¡Oh qué derroche! Todo el mundo tome nota; En la cruz con sangre lo escribió:
¡Dios es amor! Oh escúchalo: Dios es amor.           
 

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