“Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen? Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios, y qué heredad el Omnipotente desde las alturas? (Job 31:1, 2).
 
Lectura: Job 31:9-14.
 
Job continúa su discurso, ahora hablando de su vida de integridad. Él era muy consciente de que un día tendría que dar cuentas delante de Dios y se guardaba muy mucho de pecar teniendo siempre presente aquel día. El temor de Dios lo guardaba de pecar.
 
Hace referencia a su fidelidad matrimonial (31:9-12), a su honestidad en los negocios (31:5-8), a su trato justo con sus trabajadores (31:13-15). Su compasión para con los desgraciados (31:16-23), su actitud hacia el dinero (31:24-28), su actitud hacia los enemigos (31:29-30), su hospitalidad hacia los que necesitaban alojamiento (31:31, 32), su no encubrimiento de sus transgresiones (31:33), su trato de sus tierras (31:38-40). La justicia de Job se evidencia en todas las áreas de la vida. Esta es una vida de justicia. No es solamente creer en Dios, es tener temor de Dios y vivir delante de Dios sabiendo que Él es justo y exige justicia de los que profesan creer en Él. Es tener muy presente el día del juicio y vivir de tal forma que no seamos avergonzados en aquel día.  
 
Job termina su discurso diciendo: “He aquí mi confianza es que el Omnipotente testificará por mí, aunque mi adversario me forme proceso. Ciertamente yo lo llevaría sobre mi hombro, y me lo ceñiría como una corona. Yo le contaría el número de mis pasos, y como príncipe me presentaría ante él” (31:35-37). Esta es la confianza de Job en el día del juicio. No pretende ser perfecto, pero ha confesado su pecado, y ha vivido de acuerdo con la justicia de Dios. Su conciencia no lo acusa de nada. Él sabe que esta es la vida que a Dios le agrada, y la que ha vivido. No hay nadie que lo pueda acusar de pecado, solo el adversario, y este lo hace mintiendo. Job está firme y confiado en la justicia que Dios exige del hombre. No se salva por las obras, pero tampoco sin las obras de justicia que acompañan a una fe genuina.
 
            “Aquí terminan las palabras de Job” (31:40).

Copyright © 2022 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.