Lucas 1:57-80

Predicación del 16 de Noviembre de 2022.

Biblia Textual

57 Entonces se le cumplió a Elisabet el tiempo de dar a luz; y dio a luz un hijo. 58 Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había engrandecido su misericordia con ella, y se regocijaban juntamente con ella. 59 Y aconteció que al octavo día fueron a circuncidar al niño; y lo llamaban Zacarías, por el nombre de su padre. 60 Pero interviniendo su madre, dijo: ¡No!, sino que será llamado Juan. 61 Y le dijeron: No hay ninguno de tu parentela llamado con ese nombre. 62 Y por señas le preguntaban a su padre cómo desearía llamarlo. 63 Entonces él pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. 64 Y al instante fue abierta su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. 65 Y sobrevino temor a todos sus vecinos, y en toda la región montañosa de Judea eran comentadas todas estas cosas. 66 Y todos los que las oyeron las guardaron en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él. 67 Y su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: 68 Bendito el Señor Dios de Israel, Porque visitó e hizo redención a su pueblo, 69 Y nos levantó Cuerno de salvación, En la casa de David su siervo 70 (Como habló por boca de sus santos profetas, Desde el principio del mundo), 71 Salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos aborrecen, 72 Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto: 73 El juramento que juró a nuestro padre Abraham, 74 De concedernos que, rescatados de mano del enemigo, Lo sirviéramos sin temor, 75 En santidad y en justicia delante de Él, todos nuestros días. 76 ¡Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo! Porque irás delante de la faz del Señor, Para preparar sus caminos; 77 Y dar conocimiento de salvación a su pueblo, Mediante el perdón de sus pecados; 78 A causa de las entrañas de misericordia de nuestro Dios, Con las cuales nos visitará desde lo alto el Sol de la aurora, 79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, Para guiar nuestros pies hacia el Camino de paz. 80 Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu, y estuvo en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.