ESTE DIOS TE FORTALECERÁ

 

“¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, oh Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?” (Isaías 40:27).
 
Lectura: Is. 40:28-31.
 
Habiendo visto la grandeza de Dios en los versículos anteriores, que Él es el que gobierna la naturaleza, la política y las gentes, y que no hay límite a su sabiduría, ¿cómo vas a decir que se pasa de ti, que no te tiene en cuenta? “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creo los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance” (40:28). Si puede gobernar el mundo, ciertamente puede gobernar tu vida.
 
Este Dios grandísimo que domina todo cuanto existe, no se cansa. Nunca está agotado. Su poder no se debilita. Y este poder está para ti en el día de hoy. “No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas” (40:29). 
 
Para sacar provecho del poder infinito de Dios, lo que has de hacer es esperar en Él: “Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas” (40:31). Esperar en Dios es mirarlo con confianza y abrirte para recibir de Él: “Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas: levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán” (40:31), porque recibirán las mismas fuerzas de Dios como Elías que corría más que el carro del Rey. Remontaremos sobre los problemas que nos asedian, volando en las alturas con nuestro Dios, y caminaremos kilómetro tras kilómetro por lugares áridos y desérticos con el poder sobrenatural de Dios, que es lo más difícil de las tres cosas. Perseveraremos y no desmayaremos porque nuestro Dios nos dará su poder.  
 
 
Desde que mis ojos se han fijado en Jesús,
He perdido el deseo de mirar cualquier otra cosa;
Tan cautivada la visión de mi espíritu,
Contemplando al Crucificado.

 
¡Oh qué maravilla, qué asombroso!
Jesús, el glorioso Rey de reyes,
Condesciende a llamarme su amado,
Me invita a descansar bajo sus alas.


 
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