DIOS ESTABLECIÓ LA NOCHE

 

“Pones las tinieblas, y es la noche” (Salmo 104:20).
 
Lectura: Salmo 104:20-23.
 
            “Tú ordenas la oscuridad y se hace de noche” (Salmo 104:20 LBLA). “Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y la tarde y la mañana un día” (Gen. 1:5). La noche existía antes de la Creación y antes de la Caída del hombre. La primera obra de Dios en la Creación era introducir el día separando noche de más noche, de manera que el día irrumpe en la noche y domina sobre ella. Dios es el que “pone las tinieblas y es la noche”; la oscuridad es controlada por Dios y solo puede durar cierto tiempo. Dios ha puesto límites a la noche, que simbólicamente es el tiempo del diablo, su hora. Este ser funciona dentro de los límites que Dios ha puesto para él.
 
            Notemos que, en la Creación, Dios no eliminó la noche. Podría haber hecho que desapareciera, pero no lo hizo, y no lo hará hasta la Nueva Jerusalén, donde no habrá noche: “No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará” (Ap. 22:5). De momento, la noche sirve sus propósitos.  
 
            Dios controla todo lo que ocurre durante la noche. Notemos que Jesús controlaba la obra de Judas: “Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo pronto” (Juan 13:27). La traición, el diablo, la muerte son parte del plan de Dios. Notemos que cuando salió Judas para hacer su obra nefasta “era de noche”, la noche más horrible que ha visto nuestro planeta, la noche de los poderes satánicos más espeluznantes: “Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche” (Juan 13:30).
 
            En el evangelio de Juan, la noche simboliza el tiempo cuando obra el maligno, la ausencia de luz: “Aun por un poco está la luz entre vosotros, andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va” (Juan 12:35). Respondió Jesús. ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en el” (Juan 11:9, 10). “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn. 8:12).
 
            Pero, dentro de la economía de Dios, todo tiene su lugar. La noche es cuando el hombre descansa de su labor, para refrescarse y renovar sus fuerzas para el trabajo: “Sale el sol, y sale el hombre a su labor, y a su labranza hasta la tarde” (Salmo 104:22-23). Dios controla la noche; domina sobre día y noche y todo encaja y tiene sentido dentro de su perfecto plan. La noche de la traición de Judas fue necesaria para nuestra salvación, y fue seguida por el amanecer de la resurrección.
 
            Las noches en nuestra experiencia están controladas por Dios y tienen su función y su limitación dentro de su plan para ellas. “Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría” (Salmo 30 5). La noche siempre da lugar al amanecer, y el amanecer al Día eterno.
 
     
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