2 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, negando aun al Soberano que los adquirió, trayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
2 Y muchos irán tras las lascivias de ellos, por causa de los cuales será difamado el camino de la verdad;
3 y por avaricia os explotarán con palabras fingidas; sobre los cuales la sentencia pronunciada° desde antiguo no está ociosa, y su perdición no dormita.
4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron,° sino que arrojándolos al Tártaro los entregó a cadenas° de oscuridad, reservados al juicio;
5 y no perdonó al mundo antiguo,° pero guardó a Noé, el octavo,° pregonero de justicia, trayendo un diluvio sobre el mundo de impíos;
6 y condenó a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas como ejemplo para los que iban a vivir impíamente;
7 pero libró al justo Lot, cuando estaba° atormentado por la conducta pervertida de los perversos
8 (porque este justo, que vivía entre ellos, día tras día atormentaba su alma justa por los hechos inicuos de lo que veía y escuchaba);
9 sabe el Señor rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo hasta el día del juicio;
10 y mayormente a los que van detrás de la carne en concupiscencia de contaminación, y desprecian la autoridad. Atrevidos, arrogantes, que no tiemblan al hablar mal de° las potestades superiores;°
Santa Biblia: La Biblia Textual, Segunda Edición. (1999). (2 P 2.1–10). Sociedad Bíblica Iberoamericana, Inc.
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