“Al que venciere” (Apocalipsis 2:7).
Lectura: Apoc. 2:7; 2:11; 2:17; 2:26; 3:5; 3:12; 3:21.
En las siete cartas del Señor Jesús a las iglesias de Asia Menor vemos lo que el Señor quiere para cada una, y para cada una es lo mismo: quiere que venzan. Quiere que su Iglesia supere todos los obstáculos que enfrenta para ser victoriosa como iglesia. Cada iglesia tiene que ser una luz. El Señor camina entre los candeleros, que representan las iglesias: “Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre” (1:12, 13). Está aderezando sus lámparas para que den más luz. La Iglesia es la luz del mundo: “Vosotros sois la luz del mundo” (Mat. 5:13). Tiene que brillar en la densa oscuridad de este mundo para que la gente vea lo suficiente como para poder encontrar a Dios. Cada iglesia tiene cosas que amenazan con apagar su luz y las tiene que solucionar para seguir siendo luz. Si llega a ser igual que la sociedad que la rodea, ha fracasado. Su luz se ha apagado. Vamos a ver cuáles eran los obstáculos que enfrentaba cada una de las siete iglesias mencionadas; luego vamos a pensar en las amenazas que tiene que vencer la iglesia de hoy; luego vamos a pensar en las dificultades que enfrentaba el Señor Jesús al ser la Luz del mundo; y, finalmente en nuestras dificultades propias.
¿Sobre qué cosas tenían que ser victoriosas estas iglesias para ser luz en su día?
La iglesia de Éfeso.
El Señor Jesús ama a su Iglesia y ama a cada congregación. El enemigo, Satanás, odia a la Iglesia de Cristo y hace todo lo que está en su poder para apagar su luz, pues su reino es el reino de la oscuridad, y choca frontalmente con la Iglesia de Cristo. Si él puede conseguir que la oscuridad del mundo impere en la iglesia, ha ganado. ¡Ha hecho que la iglesia sea una sucursal del mundo! No se distingue de él. La iglesia ha dejado de ser luz. Cada generación ha tenido sus batallas. ¿Cuáles eran las de la iglesia de Éfeso? ¿Qué artimañas estaba usando Satanás contra esta iglesia en concreto? Sus amenazas eran: apóstoles falsos, sufrimiento, desánimo y cansancio: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y los has hallado mentirosos; y has sufrido y has tenido paciencia”. En medio de todo esto su tentación era enfriarse y perder su amor apasionado por el Señor Jesús: “Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor”. Un matrimonio que ha perdido el amor tiene serios problemas. Así está la iglesia. El Señor la insta a rectificar: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”. ¡Qué incentivo más fuerte para recuperar el fervor y la dedicación al Señor Jesús!
La iglesia de Esmirna.
Esta amada iglesia estaba sufriendo persecución. El enemigo había enviado la espada contra la iglesia. Sufrían pobreza. Corrían el peligro de negar al Señor Jesús en medio de la tortura: “He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”. En medio de la tortura, lo que te ayuda a no negar a Cristo es tu amor por él, y, si éste falla, siempre queda el temor de las consecuencias de negarlo, la segunda muerte. En su amor por ellos el Señor les motiva a ser vencedores.
Copyright © 2023 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.