“Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos los otros y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).
Lectura: 1 Juan 1:8-2:2.
¿Cómo es el cristiano que anda en luz, es decir, el creyente que vive la vida cristiana de verdad?
Toda la primera epístola de Juan trata el tema de la vida cristiana. ¿Cómo es? ¿Cómo sé si yo estoy viviendo la vida cristiana? Este libro cortito contesta a estas preguntas. Es casi la misma pregunta que: ¿Cómo es una vida vivida en amor para con Dios y amor para los hermanos en la fe? Veamos:
- Tiene comunión con los apóstoles, con el Padre, con el Señor Jesucristo y con otros cristianos: “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y su Hijo Jesucristo” (1:3,4). “Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros” (1:7).
- El Espíritu Santo vive en él y es consciente de ello: “El que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado” (3:24; 4:13).
- Vive en la luz: es íntegro, sin doblez; su vida está limpia: “Andamos en luz y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1:7).
- Obedece los mandamientos de Dios: “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos” (2:3; cf. 3:22; 5:2, 3).
- La Palabra de Dios vive en él: “La palabra de Dios permanece en vosotros” (2:14).
- Vive una vida de amor: “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” (4:16).
- Hace lo que es correcto: “Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él” (2:29; cf. 3:7; 3:10).
- No vive una vida de continuo pecado: “Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado” (3:6, 9; cf. 5:18).
- Jesús es su modelo y vive como Él vivía: “El que permanece en él, debe andar como él anduvo” (2:6).
- Ama al hermano: “El que ama a su hermano, permanece en la luz” (2:10; cf. 3:10, 14, 16, 23; 4:7, 8, 11, 20, 21.
- Atiende a las necesidades materiales del hermano: “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?” (3:17).
- Ora por el hermano: “Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida” (5:16).
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