“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Colosenses 3:17).
Lectura: Col. 3:12-16.
Estamos ocupados con Jesús. Él es nuestra motivación en todo lo que hacemos. Queremos hacerlo todo por amor a Él y para Él:
- Queremos estudiar la Biblia, no para saber más, sino por amor a Él, para entender su mente, su voluntad y su amor, no tanto para tener buena doctrina como para conocer mejor al Señor mismo y tener comunión con Él.
- Queremos servir en la iglesia, no para lucir nuestros dones, o para mostrarnos útiles, sino para Él; somos sus “siervos de puro amor”.
- Queremos amar a otros, no porque somos simpáticos, o para caer bien a la gente, o porque es un deber cristiano, sino porque Cristo me ha amado a mí, disfruto de su amor, y lo quiero repartir a todo el mundo.
- Queremos perdonar a los que nos ofenden, no porque estamos bajo ley y se nos dice que lo tenemos que hacer, sino porque Él nos ha perdonado a nosotros sin merecerlo y su ejemplo me mueve a hacer lo mismo.
- Queremos pasar tiempo con el Señor, no porque es un deber cristiano, sino porque lo amamos y nos gusta cantarle himnos, hablar con Él y escuchar su voz.
- Queremos limpiar la casa, no para sentirnos orgullosos de ella, sino porque queremos agradar al Señor a quien le gusta la limpieza.
- Queremos criar bien a nuestros hijos, no para que sean correctos y autosuficientes en el día de mañana, sino por amor al Señor, para que sean sus siervos en el presente y en el futuro, porque lo amamos.
- Queremos que nuestro matrimonio funcione, no para nuestra propia satisfacción, sino para que agrade al Señor y sea testimonio de su gracia.
- Queremos conducir bien el coche, no para que no tengamos un accidente, sino para glorificar a Dios por nuestra manera de conducir.
- Queremos ofrendar, no porque es una obligación cristiana, sino porque queremos mostrar nuestro amor por el Señor apoyando su obra.
- Queremos vestirnos bien, no para agradarnos a nosotros mismos, ni para llamar la atención de nosotros mismos, sino para agradar al Señor.
El Señor es nuestra motivación en todo lo que pensamos, deseamos y hacemos, porque lo amamos y Él nos ama a nosotros, y en este amor nos movemos.
Copyright © 2023 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.