“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis” (Mat. 21:22).
Lectura: Mateo 21:21.
Tener fe no es decidir lo que tú quieres, decírselo al Señor y seguir pidiéndolo hasta que te lo dé. Fe es estar dispuesto, no importa cuales sean tus deseos personales, a recibir de la mano de Dios lo que Él te da, porque sabes que Él sabe lo que te conviene.
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17). Dios solo sabe dar buenas dádivas. Todo lo que viene de su mano es para nuestro bien, aunque no lo parezca al principio. Si pides pan, Dios no te va a dar una piedra: “¿Qué hombre hay de vosotros, que, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?» (Mateo 7:9-11). Por lo tanto, pedimos, y Dios nos dará lo mejor, lo que realmente nos conviene, según su infinita sabiduría, informada por el amor. La fe es creerlo cuando parece todo lo contrario.
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá” (Mateo 7:7), “pero pida con fe, no dudando nada” (Santiago 1:6). ¿Con fe en qué? ¿En que Dios nos dará lo que pedimos? No, fe en que Dios escogerá lo que realmente necesitamos.
Alza, cristiano, tus manos,
Sé un hombre de oración.
Tu camino abrió la gracia
A la presencia de Dios.
Coro: Ora sin cesar, creyente,
Un hombre sé de oración,
Cual viva llama tu ruego
Mantenga tu corazón.
Alza, cristiano, tus manos,
Álzalas en santidad,
Y las virtudes más bellas
Tu vida coronarán.
Alza, cristiano tus manos,
Ora con fe, sin cesar,
Fortalecido en las luchas
De este desierto serás.
Alza, cristiano tus manos,
Las henchirá tu Señor
De bienes que luego lleves
A otros por bendición.
Copyright © 2023 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.