MARÍA, EL MODELO

“El Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35).

Lectura: Lucas 2:26-35.

Tenemos más en común con María de lo que muchos creen: 

  1. Somos muy favorecidosel Señor es con nosotros, somos benditos, y hemos hallado gracia delante de Dios (1:28-30). Esto es verdad de todo los que somos creyentes. Dios en su gracia nos ha elegido para ser recipientes de su Hijo quien ha nacido dentro de nosotros. El Señor es con nosotros y en nosotros: El Espíritu Santo “mora con vosotros, y estará en vosotros” (Juan 14:17). “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Col. l:17). En el sentido espiritual, estamos gestando al Hijo de Dios quien se está formando en nosotros. Cuando la obra está completa el carácter de Cristo se habrá formado en nosotros, transformándonos a su imagen (2 Cor. 3:18).
  2. Dios nos ha elegido para esta gracia. Somos muy favorecidos. Sin ir más allá de lo que la Biblia dice creemos que: Dios “nos escogió en él (en Cristo) antes de la fundación de mundo… en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Ef. 1: 4, 5).
  3. Esta es una obra de gracia que no corresponde a ningún mérito nuestro. Lo mismo fue verdad de María. Hemos hallado gracia delante de Dios, igual que ella: “Por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios” (Ef. 2:8).
  4. Cómo María preguntamos: “¿Cómo será esto?” (1:34). Es una obra realizada por el Espíritu Santo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra” (1:35). Dios ha engendrado a su Hijo dentro de nosotros. Es un acto sagrado de una copulación espiritual en que el Espíritu Santo nos “cubre”, término que se usa para la procreación. Dios por su Espíritu ha plantado la semilla de Cristo en nosotros para que su vida se vaya desarrollando dentro de nosotros (Gal. 2:20). Lo que pasó en María físicamente nos pasa a nosotros espiritualmente.
  5. Dios nos ha engendrado en Cristo para que seamos sus hijos y ha engendrado a Cristo en nosotros para que seamos como Él: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:12, 13). “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” (Juan 15:16). Hemos recibido a Cristo libremente y Él nos eligió y lo hemos seguido. Más allá de esto no podeos ir.   

Padre amado, hemos entrado en el terreno de lo eterno y lo milagroso, y no queremos rebajarlo a una explicación humana, sino dejarlo allí, y maravillarnos de la gloria de ser receptores de la vida de tu Hijo en nosotros. “Cristo en nosotros”; maravilla de origen divino. “Y esta es la vida eterna”. Amén.

Copyright © 2023 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.