ENTRISTECER AL ESPÍRITU SANTO

“No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30).
 
Lectura: Efes. 4:29-32.
 
Este himno del Siglo XIX acerca de nuestra relación con el Espíritu Santo nos da mucho en que pensar:
 
¡Espíritu Santo! Ten lástima de mí,
Atravesado por el dolor al haberte entristecido,
Presente, aunque separado de mi sentido común;
Escucha la voz de un corazón en duelo.
 
Transgresiones sin número confieso,
De una pecaminosidad enorme;
Pecados solo contra Ti mismo,
Conocidos solo por tu Omnisciencia.
 
He sido sordo a tus llamadas susurradas,
Descuidado con mis caídas recordadas,  
Poco temor he tenido bajo tu vara disciplinaria,
Traición vergonzosa contra mi Dios.
 
Habiendo experimentado que el Señor es bueno,
Me encuentro anhelando comida venenosa;
Teniendo a mi disposición fuentes celestiales,
Estoy deseando el suministro terrenal.
 
Me preocupo por cosas terrenales en el culto;
Tengo metas sin fe en la obra de Dios.
Muestro orgullo cuando Dios pasa por mi lado.
Pereza, cuando almas se mueren en la oscuridad. 
 
Oh, cómo he dormido tan ligeramente,
Dejando mis equivocaciones sin llorar,
He pasado por alto tus correcciones;
He despreciado al herido Consolador.
 
Sin embargo, tus consuelos no faltan,
Todavía está disponible tu sanidad;
Paciente huésped de mi pecho,
Tú estás entristecido, y yo, no obstante, bendecido.
 
Oh, ten misericordia de mí,
Ahora, Señor, mientras te anhelo.
Padre, perdóname por medio de tu Hijo,
Los pecados cometidos contra tu Espíritu.
 
William Bunting, 1805-66

  

Copyright © 2023 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.