SATANÁS OS HA PEDIDO

“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte” (Lucas 22:31, 32).
 
Lectura: Lucas 22:31-34.
 
            Si tú estás pasando un tiempo de zozobra, confusión, desconcierto, consternación, y tremenda turbulencia, es porque Satanás te ha pedido para zarandearte y Dios le ha dado permiso para hacerlo. ¿Por qué te ha pedido Satanás? Porque no puede hacer nada sin el permiso de Dios (Job 1:11, 12). ¿Por qué le ha dado permiso Dios? Porque cree que tú estás a la altura de aguantar esta situación y salir más maduro, más fuerte en la fe, purificado, victorioso y que Él mismo va a ser glorificado por el resultado de este tiempo tan malo que estás pasando.
 
            Todo esto te lleva a ser consciente de que hay más en juego de lo que tú ves. Como hijos de Dios somos significativos. El infierno nos está observando, pensando en cómo destruirnos, y el cielo está pendiente de nosotros para colar las adversidades que nos sobrepasen y solo permitir aquellas que seamos capaces de enfrentar. La reputación de Dios está en juego. Él actúa por amor a su gran Nombre. Si un hijo suyo es destruido, da la impresión de que Él no ha sido capaz de guardar a los suyos. Por eso, Él nos asegura que esto no va a pasar: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27, 28). Pero no afirma que no podamos fracasar.
 
Pedro falló. Negó a su Señor. Pero no abandonó la fe. Esto es lo que está en juego, nuestra fe. Jesús dijo: “pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte”. El Señor oró por él en su oración sacerdotal antes de ir a la cruz: “Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre… Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese” (Juan 17:11, 12). Tenemos un enemigo injusto y desalmado, que quiere vernos muertos, pero no puede matarnos, no le es permitido, a no ser que Dios quiera que vayamos para estar con Él. Si no puede destruirnos, quiere apagar nuestra fe, quiere hacernos incapaces de servir a Dios. Quiere que estemos enfadados con Dios, desilusionados con Él, y que dejemos de orar. Por eso el Señor Jesús nos mandó a orar y velar para que no entremos en tentación.
 
Jesús animó a Pedro de antemano diciéndole: “Y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” (Lu. 22:32), porque ellos estaban tan mal como Pedro. Jesús vela por ti, ha orado por ti, y tú saldrás de ésta. A Pedro le hizo falta esta prueba para madurar como creyente. A ti también te hace falta la prueba que tú tienes ahora. El Padre te mira, Jesús intercede por ti y tiene planes para ti después de salir de esta esta prueba. Mientras tanto, mira arriba, fija la vista en Aquel que está de tu parte, sigue pidiéndole socorro, y dale gracias de que te ayudará a salir de esta prueba más maduro como persona. Está pendiente de ti porque eres suyo; no perecerás y nadie te arrebatará de su mano.

Copyright © 2023 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.