LA OVEJA PERDIDA (4)

 

“¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? (Lucas 15:4).

Lectura: Lucas 15:3-7.

            Ahora vamos a ir a por la salvación de tu hijo. Primeramente, ¿crees que está perdido? ¿O confías en que es un buen hijo, en que Dios no le pondría en el infierno, en que ha sido bautizado, o en que Dios no condenaría a nadie? Hasta que no lo veas perdido, no puedes llevarlo al Señor. Si piensas que es una decisión que depende enteramente de él, que no tiene nada que ver contigo, tampoco puedes ayudarlo.

            ¿Qué puedes hacer tú para que se salve? Hay una parte que depende de él, otra que depende de ti, y otra que depende exclusivamente de Dios. Hablemos de tu parte:

  • Enséñale la Palabra: “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes” (Deut. 6:5-7). Enséñale la Biblia y la ética cristiana.
  • Enséñalo a ser responsable: con sus estudios, en ayudar en casa, en mantener su habitación en orden.
  • Enséñalo a obedecer las normas de la casa: comer lo que está en su plato, no quejarse de la comida, llegar a casa a la hora correcta, obedecer a los padres, participar en devocionales familiares, ir a la iglesia con la familia, ser respetuoso. Si no quiere obedecer, disciplínalo.
  • Enséñalo a ser disciplinado: En el comer: a no comer, salvo en ocasiones especiales, patatas fritas de bolsa, chocolate, coca cola, caramelos u otra comida basura. En el uso de las pantallas: a no exceder el límite estipulado, en tiempo y en calidad. En no ir a ciertos lugares, como discotecas. En la elección de sus amistades. En su sexualidad: de no tener un novio inconverso, de no tener relaciones sexuales hasta el matrimonio.
  • Si no quiere trabajar o estudiar, fuera.

Dios instituyó la familia y quiere salvar a familias. Tenemos dos importantes ejemplos bíblicos:

  • Noé: “Por fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase” (Heb. 11:7). Noé trabajó duro, consiguió la colaboración de sus hijos y construyó el arca en que se salvase la familia. Prepara para la salvación de tus hijos. Búscales una buena iglesia con una escuela dominical, apúntalos a actividades cristianas para niños, mándalos a campamentos cristianos, ayúdalos a tener amigos cristianos.
  • Rahab: “Y los espías entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela” (Josué 6:23). Ella convenció a toda la familia a creer en Dios y en el juicio que estaba a punto de caer, y se salvaron.          

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