¿HABRÁ FE CUANDO JESÚS VUELVA?

 

“Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lu. 18:8).

Lectura: Lu. 17:26-30.

            La venida del Señor está cerca. Cuándo vuelva, “¿hallará fe en la tierra?”. El enemigo quiere tumbarnos para que no haya nadie con fe para recibirlo cuando venga. Hemos de pedir más fe y fortalecernos en el Señor para que cuando venga nos encuentre andando en nuestras alturas, confiados en Él, expectantes, y radiantes en nuestra fe.

Hay dos clases de fe que necesitamos:

  1. La fe es la doctrina cristiana tal como fue entregada a los apóstoles, es decir, la correcta y auténtica enseñanza de Jesús. Hemos observado muchas variantes hoy día que no dan la medida, son desviaciones de la doctrina apostólica. Judas en su epístola hace mención de ellas: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente… que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo” (Judas 3, 4). Los Testigos de Jehová niegan a Jesucristo, el único soberano; la sociedad española niega a Dios en su soberanía; y hay iglesias “evangélicas” que tergiversan la ética cristiana. Niegan la absoluta e inalterable autoridad de las Escrituras, enseñanzas apostólicas, y van al extremo del libertinaje, enseñando como doctrina cristiana las prácticas del mundo. El apóstol Judas nos dice lo que tenemos que hacer.
  2. La segunda clase de fe que necesitamos es la práctica de la doctrina apostólica: necesitamos estar viviendo por fe: “El justo por su fe vivirá” (Hab. 2:4). El justo cree lo correcto, pero también vive lo correcto. Volviendo a la parábola de la viuda y el juez injusto, lo que aprendemos es que esta mujer clamaba al juez día y noche. Es un ejemplo del creyente. Clama a Dios día y noche: “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche?” (Lu. 18:7). ¿Por qué claman tanto? ¡Porque tienen fe en que Dios les va a contestar! Jesús dice: “Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”, o sea, ¿encontrará creyentes que claman a Dios día y noche? Es la marca del auténtico creyente: Clamar a Dios día y noche. ¿Tantos problemas tiene? Está intercediendo por toda la Iglesia de Dios que está siendo sitiada por el enemigo. Motivo tiene. Estamos en una batalla por la supervivencia de la Iglesia: Pablo dice: “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Ef. 6:18).

Defiende la Iglesia y defiende la doctrina apostólica. Las dos cosas están bajo ataque. Vive por fe, orando en todo tiempo. Que el Señor nos encuentre en esta empresa cuando vuelva. 

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