“Ý los muertos caerán en medio de vosotros; y sabréis que yo soy Jehová” (Ez. 6:7).
Lectura: Ez. 6:1-5.
El deseo de Dios era que Israel lo conociese por medio de su Palabra y por medio de sus profetas, que lo amasen y lo sirviesen, pero como Israel rechazó a Dios en favor de los ídolos que adoraban las naciones paganas, Dios tuvo que usar otro método para que lo conociesen: el castigo. Si no quieren conocerlo por las buenas, tendrán que conocerlo por las malas. Sus abominaciones idolátricas habían provocado a ira a Dios, y, es más, habían quebrantado su corazón. Los amaba y se sentía como un marido cuya esposa lo había dejado por otro hombre.
En este capítulo Dios repite la frase cuatro veces, “y sabréis que yo soy Jehová”:
- “Ý los muertos caerán en medio de vosotros; y sabréis que yo soy Jehová” (Ez. 6:7).
- “Y los que de vosotros escaparen se acordarán de mí entre las naciones en las cuales serán cautivos; porque yo me quebranté a causa de su corazón fornicario que se apartó de mí, y a causa de sus ojos que fornicaron tras sus ídolos; y se avergonzarán de sí mismos, a causa de los males que hicieron en todas sus abominaciones, y sabrán que yo soy Jehová; no en vano dije que les había de hacer este mal” (6:9, 10).
- “Y sabréis que yo soy Jehová, cuando sus muertos estén en medio de sus ídolos, en derredor de sus altares, sobre todo collado alto, en todas las cumbres de los montes, debajo de todo árbol frondoso, y debajo de toda encina espesa, lugares donde ofrecieron incienso a todos sus ídolos” (6:13).
- “Y extenderé mi mano contra ellos, y dondequiera que habiten haré la tierra más asolada y devastada que el desierto hacia Diblat; y conocerán que yo soy Jehová” (6:14).
¿Qué es lo que iban a saber de Dios por medio de este castigo tan fuerte?
- Que su corazón está quebrantado porque han rechazado su amor; que Dios es amoroso y que los amaba de verdad con un amor celoso e intenso que los quería exclusivamente para sí mismo.
- Que Dios no es un ídolo ciego e impotente como los ídolos que ellos fabrican, sino que se entera de todo y actúa.
- Que Dios es temible en su ira, que sus advertencias van en serio y se cumplen.
- Que la paga del pecado es muerte.
- Que lo que les ha pasado es justo, que se lo merecían, que los juicios de Dios caen después de mucho tiempo, pero caen.
- Que todo lo que tenían como nación se debía a Él, que los había tratado con cariño y misericordia durante siglos, de forma muy especial, diferente que a las otras naciones, y que no lo habían apreciado.
- Que deberían de avergonzarse de su conducta, arrepentirse y volver a Él.
- Que Dios quiere ser conocido por aquellos a los que ama.
- Que la disciplina forma parte del amor.
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