EL NOVIAZGO CRISTIANO

“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había conocido del Espíritu Santo… “Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer, pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús” (Mateo 1:18, 24, 25).
 
Lectura: Mateo 1:18-25.
 
¿Qué vemos en cuanto a las visitas del ángel? Incluye Mat. 1:24 y Lucas 1:26. En cada caso, ¿a quién aparece y por qué?
 
Vemos cómo Dios usó a sus ángeles para coordinar su perfecto plan y específicamente para comunicarles a José y a María asuntos tan importantes y vitales para la llegada del Mesías. En Mateo 1:24 vemos al ángel del Señor aparecérsele a José para que recibiera a su mujer aclarando que el bebé que ella esperaba era concebido por el Espíritu Santo, el Mesías debía nacer y José era vital en todo. En Lucas 1:26 vemos al ángel revelándole a María el plan de Dios para su vida y lo que acontecería con ella: debía saber que todo esto venía de Dios y su corazón debía ser sumiso a la voluntad del Señor y a la forma en la que estaba dispuesto que sucediera.
 
En Mateo 2:13-23 nuevamente el ángel del Señor se le aparece a José para ser avisado del peligro que corría el niño; su vida debía ser preservada, por lo que el ángel le dice a José que se vayan a Egipto. Una vez pasado el peligro se le vuelve a aparecer el ángel a José esta vez para que regresen a su tierra y así la Escritura se cumpla. Sin duda se le aparece a José porque él era el líder espiritual de su hogar.
 
Usando estos pasajes, escribe una relación de los puntos básicos en cuanto al noviazgo cristiano y el orden de Dios en el matrimonio.
 
El noviazgo cristiano debe ser un compromiso serio y en toda pureza, con lealtad entre los novios sabiendo que no es un juego y que debe glorificar a Dios en todo como todas las relaciones que establece un creyente.
 
Con respecto al orden de Dios en el matrimonio vemos que la relación sexual está dispuesta solo para el matrimonio y se puede vivir en toda pureza y libertad. También vemos claramente los roles y cómo el varón es el líder espiritual del matrimonio y la esposa sumisa en amor a Dios y a su esposo. Vemos cómo Dios debe estar en medio de todo matrimonio y cómo el conocerlo más y amarlo hace que los matrimonios lo glorifiquen y lo honren.
 
Dios usó a José y a María para traer al Mesías al mundo. Debía ser en un matrimonio que temiera a Dios y pudieran instruir a su hijo en el camino del Señor, algo que sin duda se nos pide también a nosotros con nuestros hijos.
 
Algo que me gustó meditar es que en el caso de María no vemos que ella se defienda ante José en cuanto a su embarazo y trate de convencerlo de que ella está en lo correcto, vemos al mismo Dios interviniendo para traer la verdad a la luz y poner en el corazón de José recibir a su mujer. Lo mismo ocurre en el matrimonio: debemos amar al Señor, ser fieles a Él y confiar que es Él mismo quien completa su obra en cada uno; no es un asunto de fuerza o deseos humanos. Es vivir engrandeciendo a nuestro Dios sea cual sea la situación en la que estemos, y las promesas suyas se cumplen. Ocurrieron tantos milagros en la historia del matrimonio de José y María y también podemos ver nuestros matrimonios y admirarnos por los milagros que también en nosotros nuestro Dios hace. Sin duda el matrimonio es un diseño hermoso de nuestro Dios para mostrar unidad, amor y sacrificio y en una instancia mucho más elevada contar otra historia, la historia de Cristo y su Esposa. ALABADO SEA NUESTRO DIOS POR ESO.

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