“Entonces os entregarán a tribulación y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mat. 24:9-13).
 
Lectura: Mat. 24:3-8.
 
Lo que viene para la iglesia al final será peor que la Inquisición. Será tan terrible que por poco perderás tu fe si no es por la gracia sobrenatural de Dios que te sostendrá. Será peor que todas las atrocidades cometidas contra la iglesia primitiva en sus inicios. Peor que ser arrojados a los leones y peor que la época cuando los creyentes fueron quemados vivos en la hoguera. El Señor nos profetizó estas cosas para que fuésemos mentalizados y para que nos preparásemos. Cuando los discípulos preguntaron: “¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (24:3), está fue la respuesta, los versículos que encabezan esta meditación.
 
Ya estamos en la fase anterior. Estamos viendo guerras en la televisión y oyendo de rumores de guerras. ¿Qué pasará si Putin inicia una guerra nuclear? El Señor dice: “Mirad que no os turbéis” (24:6). Tenemos que mantenernos tranquilos emocionalmente, no preocuparnos. También dice: “Mirad que nadie os engañe” (24:4). ¿Quién podría engañarnos? Solo una persona en que confiamos. ¿Quién podría ser esta persona? Nuestro pastor, o nuestros predicadores favoritos, o nosotros mismos. Nos podrían asegurar que la Iglesia no va a pasar por estas cosas tan terribles. El Señor dijo que sí. Si confiamos en que la Iglesia nunca estará en peligro de ser exterminada, que Dios no nos hará pasar por tiempos tan terribles que muchos perderán su fe, cuando ocurra tropezaremos por no estar preparados. Nuestra propia teología nos habrá engañado. Jesús dijo: “Es necesario que todo esto acontezca” (24:6). Hemos de confiar en que es necesario, que Dios tiene que hacer una criba para separar el grano de la paja. La fe de los santos tiene que ser purificada.
 
El Señor dice: “Os entregarán a tribulación, y os matarán” (24: 9). Tenemos que creer que esto nos puede pasar. Con todo lo que están pasando con la coalición LGBTI es fácil imaginar cómo podríamos ser “aborrecidos de todas las gentes”. Dirán que odiamos a los que no piensan como nosotros, pero será una calumnia falsa, porque los amamos de verdad. ¿Cómo podemos prepararnos para ser odiados? Es muy difícil, pero cuando ocurra, podremos recordar que fue profetizado, y esto fortalecerá nuestra fe.
 
Jesús dijo que “muchos tropezarán” Significa que muchos se apartarán de la fe. ¿podrías resistirlo si tu propio pastor en quien confías se apartase de la fe? ¿Podrías soportarlo si tu congregación te aborreciera? El Señor dice: “unos a otros se aborrecerán”. Es difícil aborrecer a alguien al que no conoces. Los que te aborrecerán serán tus amigos, tus familiares. “Muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos”. Para engañarnos, tendrán que ser personas en que confiamos. Nos darán falsas esperanzas. Puede ser que nos dirán que no vamos a sufrir más allá de nuestras fuerzas naturales para poder resistirlo, que la Iglesia no va a pasar por este Calvario, y luego, cuando ocurra, que estemos tentados a pensar que Dios nos ha fallado. No lo pienses. Estate preparado. Esto es lo que el Señor nos está diciendo. 

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