SE HA FIJADO EN TI

“Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job? (Job 1:7, 8).
 
Lectura: Job 1:8-10.
 
Al empezar nuestra búsqueda para descubrir todo lo que Dios quiere que sepamos acerca de la actividad de Satanás y de sus propósitos en cuanto a nosotros, nos encomendamos a Dios pidiendo su protección y su iluminación, y la sabiduría para aplicar a nuestra situación lo que vamos a aprender. Hay cosas acerca de la actividad satánica que no nos han sido reveladas, en las cuales no queremos investigar porque son áreas limitadas a la acción de Dios y sus ángeles. Con el diablo, no nos metemos donde no nos compete. No lo atacamos, ni le decimos lo que tiene que hacer o no hacer. Eso es del dominio de Dios. Lo que sí hacemos es discernir sus tentaciones y resistirlo (Santiago 4:7; 1 Pedro 5.9). Jesús percibió sus distorsiones de la voluntad de Dios para su vida por medio de la Palabra de Dios (Mat. 4:1-11) y no cayó en sus trampas o engaños. El diablo le presentó caminos alternativos para llegar al trono de su padre David que le evitarían el sufrimiento de la cruz, pero por medio de la oración y la meditación en la Palabra, los descartó. Así despejó el camino para llegar al Trono en la voluntad de Dios. Este es el patrón para nosotros.
 
Cuando Jesús anunció que iba a Jerusalén a morir y luego resucitar, Pedro intentó disuadirlo, pero Jesús percibió en las palabras de Pedro una tentación satánica y le dijo: “Quítate de delante de mí, Satanás”. Pedro evidentemente no era Satanás, sino su portavoz en ese momento. Jesús dejó claro que su intención era hacer la voluntad de Dios. La de Satanás era que Jesús llegase al trono prescindiendo de la Cruz, cosa que no salvaría a nadie, ni establecería un reino de gente redimida que vivirían eternamente. Satanás no quería que este reino fuese establecido. Su plan era destruirlo en sus inicios. Como no logró hacerlo, tuvo que cambiar de táctica. Su plan actual es interferir al máximo con el progreso del reino. Nuestro cometido es discernir sus propósitos y resistirlos.
 
El libro de Job es una revelación importante acerca de las tácticas del diablo. Quiere destruir a los que aman y sirven a Dios. Quiere estropear la reputación de estas personas, quiere inducirlas a decir cosas malas acerca de Dios; las hace sufrir para que acusen falsamente a Dios y presenten una imagen falsa de Él; quiere destruir su relación con Dios, y quiere llevarlas a la desesperación, para que pierdan toda esperanza y deseen morir. Finalmente quiere matarlas. El diablo intentó todo esto con Job, pero Dios lo defendió por medio de la Palabra. Como no estaba escrita en aquel entonces, Dios le reveló lo que necesitaba saber, es decir, que tenía un Redentor y un Mediador que lo defendería, y le reveló la resurrección de los justos. No permitió que Satanás lo matase. Protegió su vida y le reveló la Palabra. Hizo lo mismo por Jesús en sus tentaciones: le dio la Palabra y mandó a los ángeles a que le diesen de comer para preservar su vida. Es lo mismo que hace Dios por nosotros en nuestra batalla espiritual. La verdad es que Satanás rodea la tierra y se ha fijado en ti y empleará estas mismas tácticas contigo. Espéralo, reconoce su actuación, y responde como Jesús respondió.

Copyright © 2022 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.