“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido” (Mateo 7:1, 2).
Lectura: Mateo 7:1-5.
Presentadora: Ella lee Mateo 7:1-5. Dice: “Vamos a ver un sketch sobre el juzgar”.
La escena abre con un hombre (una mujer disfrazada de hombre con gorro de hombre y corbata) y una mujer, Rosa, despidiéndose. Se dan un abrazo y un beso en la mejilla con cariño, y luego otro abrazo. Una mujer, (Elena), los está observando de lejos. Se escandaliza. Se levanta las manos a la cabeza y exclama indignada:
Elena: “¡Hay que ver! Fíjate; lo tenía muy bien escondido, pero lo he visto yo. Lo he visto con mis propios ojos; ¡la guarra! Es una falsa. Va con su marido siempre cogida del brazo, ¡y todo el tiempo tenía un amante!”.
(La pareja se va y Elena se sienta en una silla y coge el móvil y llama a su amiga Violeta. Violeta está sentada en una silla delante, lejos de Elena con el móvil en la mano.)
Elena dice en tono cotillo: “Hola Violeta, mira lo que acabo de ver. Estaba en un parque y por casualidad he visto a Rosa con un hombre besándose y abrazándose. Es una hipócrita. Una falsa. ¡Canta en el coro de la iglesia y tiene un amante! ¡Va por la vida como buena cristiana y tiene una vida secreta! El hombre era muy guapo. Y ella iba muy elegante. ¡Qué escándalo!”
Violeta: “No me digas! ¿Quién lo habría pensado? ¡La falsa! ¡Su pobre marido! No sabe nada”. Se despide de Elena y coge el móvil y llama a Hortensia. “Hola, Hortensia. Mira lo que me ha dicho Elena. Estaba en el parque y escondidos detrás de unos arbustos vio a Rosa vestida de mujer de la calle con un hombre guapísimo, besándose y abrazándose. Seguro que hacen vida juntos mientras su marido está de viaje. Ella va por la vida como buena creyente y nos había engañada a todos”.
Hortensia: “¡Qué terrible! ¡Es una adúltera!, una mentirosa, falsa, infiel, hipócrita, embustera, engañadora, y mala mujer. ¡Igual trabaja como prostituta! Se lo voy a decir a Adalia ahora mismo”.
Se retiran todas. Rosa va de compras con una bolsa de Mercadona y ve a Hortensia. “Hola Hortensia”. Hortensia gira la cabeza y pasa delante de ella sin saludarla. Luego ve a Violeta. “Hola Violeta”. ¿Cómo estás del resfriado?” Violeta gira la cabeza y pasa de lado sin saludarla. Rosa empieza a llorar. Coge el móvil y llama a Elena. “Elena, ¿puedo confiar en ti? Estoy muy triste y me encuentro sola”.
Elena: “Oh, claro”. (Lo dice con sarcasmo, y con un tono de acusación). “Estás triste porque acabas de despedirte del que amas de verdad. Lo he visto en el parque”.
Rosa: “Sí. Era mi hermano. Lo quiero muchísimo y no sé cuándo lo voy a volver a ver. Se va de viaje. Y encima Violeta y Hortensia no me hablan y no sé por qué. (Llora).
Elena: “¿Era tu hermano? ¿Tu hermano? No me digas que era tu hermano.” Se pone la mano sobre el corazón sofocada y dice: “¡No me lo digas! ¡Ay, me va a dar algo!”
Presentadora: “Esto es lo que pasa cuando juzgamos. Podemos equivocarnos mucho. Solo Dios sabe toda la verdad. ¿Ahora cómo lo reparas? ¿Cómo quedas tú?
Copyright © 2022 Devocionales Margarita Burt, All rights reserved.