INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE JOB (1)

Algunos de mis lectores seguramente se preguntarán: si ya he escrito un libro acerca de Job, ¿por qué hacía falta escribir otro? Pues, después de escuchar unos comentarios de un pastor, en otros respetos excelente, y a otros hermanos que censuraban duramente a Job, volví a la carga sin la menor intención de escribir un libro, ¡pero este fue el resultado!  ¿Estuvo Dios equivocado en su evaluación inicial de Job? Tú decides.   
 
“Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1). El libro termina como ha empezado, con un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. En medio, lo acompañaremos por una serie de tentaciones diseñadas por Satanás para que maldiga el Nombre de Dios y muera. Esto lo dice su esposa, pero comprendemos que estas palabras plasman el propósito de Satanás. Dios permite y limita los sufrimientos de su siervo para perfeccionar al que ya era perfecto, para revelar al mundo la persona, actuación y propósitos de Satanás, y para mostrar cómo controla y pone fin al sufrimiento una vez que Su propósito al permitirlo se haya realizado. En este libro tenemos una pincelada del conflicto cósmico entre Satanás y Dios, una revelación de la soberanía de Dios en el universo en contraste con la impotencia de Satanás de administrarlo, aunque lo pretende: “Todo el mundo está bajo el maligno” (1 Juan 5:19). Veremos en este libro que, aunque esto es cierto, Dios es soberano.     
 
El libro de Job es de inestimable valor para nuestro entendimiento del mal en el mundo, del sufrimiento en la vida del creyente, de las interacciones entre creyentes en medio del sufrimiento, y de la observación de Dios en cuanto a cómo lo enfrentamos, para ver si le atribuimos “despropósito alguno” en medio de nuestro dolor.  
 
En esta serie de meditaciones sobre el libro de Job vamos a centrarnos en la interpretación, que no es nada fácil, pero, una vez acertada, será de muchísima utilidad en nuestra vida cristiana. No vamos a discutir con los que tienen otra interpretación, porque ciertamente ellos habrán sacado mucho provecho de sus estudios de este libro, pero queremos ofrecer al lector una interpretación que no dependa literalmente de lo que dice el texto, cosa que está claro, sino más bien de nuestro conocimiento del carácter de Dios y de sus caminos, de otros textos que arrojan luz sobre este libro, y prácticas literarias que observamos en la Biblia. A veces Dios se dirige a una persona, pero se sobreentiende que está haciendo alusión al enemigo mismo, a Satanás, que está detrás, y hemos de entender que el mensaje realmente va a por él.
 
Hay dos textos clave para nuestro entendimiento del libro de Job. Dependiendo de cómo los interpretamos, sacamos una conclusión del libro o sacamos otra muy diferente; terminamos con una visión del carácter de Dios u otra distinta. Después de permitir tanto sufrimiento en la vida de Job, ¿Dios finalmente se dirige a él para reprenderlo, o son estas palabras airadas, duras e irónicas dirigidas a otra persona? Esta es la pregunta clave. ¿Después de meses buscando a Dios, clamando para que lo defienda, que diga que su sufrimiento no es un castigo por su pecado, aparece Dios ahora para reprocharle? ¿Es Dios como los amigos de Job? ¿Viene para acusarlo? ¿O se dirige a Job para reprochar a Satanás, el adversario de Dios que está detrás de todo lo que ha pasado a Job? ¿Dios defiende a su siervo o no? ¿Habla para iluminarlo o para dar la razón a Satanás, que Job no es tan perfecto? Esta es la cuestión que tenemos que decidir.    

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