EL EVANGELIO DEL REINO (11)

“Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas” (Mateo 13:31, 32).
 
Lectura: Mat. 13:33.
 
La parábola de la mostaza es la primera de las parábolas de este capítulo que no viene con una interpretación dada por Jesús. Tanto la parábola del grano de mostaza como la de la levadura siguen con el tema del crecimiento paulatino del reino de Dios. Éste no aparece en la tierra en su forma definitiva, como pensaban los judíos, sino crece lentamente en el mundo. Solo en el día final se verá su grandeza.
 
Esta parábola y la de la levadura se deben leer juntas. Ambas hablan del crecimiento del reino, pero el crecimiento es visible en el caso del grano de mostaza, que se convierte en árbol, pero es invisible en la parábola de la levadura que crece dentro de la masa de forma desapercibida.
 
El que siembra es el Hijo del hombre y sus seguidores, y el campo es el mundo, pero ahora se trata, no de muchas semillas, sino de una sola. La lección es que El reino de Dios se manifiesta tanto en todo un campo de trigo, como en un solo creyente. El creyente puede ser tanto un tallo de trigo que crece en medio de un campo cuyo crecimiento es independiente de los demás, que depende solo de él mismo y del Señor, como la rama de un árbol (de mostaza, por ejemplo), cuyo crecimiento depende de los demás y del ministerio de todos. La enfermedad de las ramas lo afecta a él. El crecimiento de cada rama depende de la salud del árbol.
 
El Señor escoge el ejemplo de la semilla de mostaza porque viene de la semilla más pequeña que se sembraba en Israel en su tiempo. El árbol puede llegar a una altura de cinco metros. La aplicación es que el reino empezó con un solo Hombre y crece para extenderse por toda la tierra. No llegará a su consumación hasta que no abarquen todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Los judíos esperaban una manifestación inmediata y plena del reino. Pero este, al principio era de tamaño tan despreciable que podría haber desanimado a los primeros creyentes; sin embargo, después se compondrá de una multitud incontable. El Señor Jesús dijo: “No temas, rebaño pequeño, porque vuestro Padre ha decidido daros el reino” (Lucas 12:32).     
 
El significado de los pájaros es menos obvio. Lo cierto es que en un árbol de mostaza ellos se anidan, porque les gusta comer la semilla. El autor del comentario que estamos comentando piensa que ellos representan las personas de todos los pueblos del mundo que encuentran abrigo, refugio, seguridad y salvación en el gran árbol que Dios ha plantado, el reino de Dios (Ez. 17:22-24). 


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