LA ANUNCIACIÓN, ESTILO POLÍTICAMENTE CORRECTO

En un libro para niños sobre el nacimiento de Jesús se ve una lámina con María en la cocina realizando sus tareas domésticas cuando, de repente, se le aparece el ángel de la anunciación diciéndole que va a ser la madre del Salvador. Esto ya no se estila. Así que hagamos otro libro aceptable para nuestra sociedad post moderna:
En este nuevo libro está José cocinando con un delantal puesto cuando se le aparece el ángel del Señor. Con el ángel no tenemos que retocar nada; puesto que ni es hombre ni mujer, ya es moderno. Pero como José era machista en toda regla (¡pretendió ser cabeza de la familia!), tenemos que inventar a otro José. Pues, a este nuevo José se le parece el/la ángel del Señor y le dice que va a tener un niño, el mismo, o mejor dicho, que tendrá una niña. Sí, dará a luz, porque con Dios no hay nada imposible, ¿y qué milagro mayor que un varón que da a luz? José, pues, accede a vivir con María. No se casan, claro, porque esto ya pasó de moda. Juntos suben a Belén donde José dará a luz en un establo. Esto mola mucho, porque reivindica a los pobres.
Cuando se presenta el peligro de Herodes, el ángel avisa a María en sueños que huyan a Egipto, porque ella es la protectora de la familia y tiene que defender a José del peligro de la monarquía, institución opresiva que existía en aquellos tiempos, pero afortunadamente ha sido reemplazada por una democracia que regulariza la libertad de los ciudadanos para que los padres no eduquen a sus hijos según sus ideas anticuadas, porque es mucho mejor que el Estado se encargue del programa de educación de los niños. José y María se refugian en Egipto, cosa que está muy de moda hoy día con tantos refugiados y gente desplazada que hay. Allí María provee para la pequeña familia trabajando como educadora religiosa, usando el programa provisto por el Estado, hasta que el ángel le avise que lleve a José y la niña otra vez a Israel, porque el peligro de la monarquía ha pasado. Ya pueden vivir tranquilamente en su país de origen, ella en su profesión, y José atendiendo a la casa y a la niña.
Bajo la influencia de María, la niña llega a ser la Salvadora del mundo. Lo salva por medio de la enseñanza actual. Trabajará de docente, porque la correcta enseñanza es lo que libera al hombre (y a la mujer, etc.). Ésta, por supuesto, consiste en aprender a pensar según lo políticamente correcto, porque es lo que permite la perfecta realización de la mujer, y ésta es la finalidad de la vida. Fin del cuento.
Dios mío, ¿dónde hemos llegado?
Para meditar: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:1, 2). Esta voluntad para el hombre, la mujer y los niños la tenemos revelada en su Palabra. Pregunta: ¿Cómo es la mentalidad bíblica que tengo que formar, la que no se conforma a las ideas de este mundo?
Oración: Padre amado, ayúdame a desarrollar una mentalidad de acuerdo con tu Palabra frente al bombardeo de enseñanza falsa que vamos recibiendo por todos los medios de comunicación. Amén