DÍA 1

“Delante de vosotros marchará Yahvé, y en la retaguardia el Dios de Israel” (Isaías 52:12, BTX).

            Esta es la promesa de parte de Dios al entrar en un nuevo año. Dios irá delante y Dios irá detrás, tal como lo hizo para su pueblo en el éxodo. Su presencia de día tomó la forma de una hermosa nube, hablándoles de su cercanía, y proveyendo dirección. De noche, Dios iba detrás en forma de una columna de fuego, proveyendo protección, luz y hablándoles de su santidad. Nuestro Dios es fuego consumidor y fuego purificador, que quema la escoria y refina nuestras vidas. “Dejemos atrás, pues, el irreparable pasado, en sus manos, y entremos en el irresistible futuro con Él” (Oswald Chambers).

            Al empezar un nuevo año, vamos a buscar un tiempo de tranquilidad con el Señor para hacernos una serie de preguntas en actitud de oración:

1.     ¿Cuáles eran las cosas más significativas del año pasado en las que ví la mano de Dios?

2.     ¿Qué respuestas ví a mis oraciones? 

3.     ¿Cuáles son las oraciones que quiero ver contestadas este año?

4.     ¿Qué quiero conseguir este año?

5.     ¿En qué maneras quiero ser diferente? ¿Qué estoy preparado para hacer para que esto ocurra?

6.     ¿Cuáles de mis amistades quiero ver crecer? ¿Qué voy a hacer yo al respeto?

7.     ¿Cómo puedo mejorar mis relaciones familiares?

Sería bueno anotar las respuestas en la libreta que usamos para apuntar cosas importantes y luego repasarlo al final del año. Después puedo tener un tiempo de oración buscando la voluntad de Dios y hablando con Él acerca de todas estas cuestiones. Mi vida ya está consagrada a Él, ya tengo un tiempo devocional cada mañana en que leo y medito en su Palabra y oro acerca de lo que Él me dice por medio de mi lectura. Mi afán es crecer en la gracia de Dios en este nuevo año y para ello voy a poner de mi parte.

Padre amado, hasta aquí me has guiado. Toma el año pasado con sus aciertos y fracasos, y te entrego el nuevo que hoy se presenta. Confío en Ti para ir delante en la hermosa nube para dirigir mi camino y yo te seguiré en todas las situaciones adonde Tú me guías. Tu presencia irá conmigo para acompañarme, enseñarme, corregirme, reprenderme, guiarme e iluminarme en todo lo que tienes preparado para mí este año. Con esta confianza tomo el primer paso en este nuevo día de este nuevo año, y ha sido el de buscar tu Rostro y adorarte. Amén.