LA MISERICORDIA DE DIOS

“Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, y tu fidelidad hasta las nubes. Tu justicia es como los montes de Dios, tus juicios abismo grande” (Salmo 36:5, 6).

Hay una inmensidad en la misericordia de Dios como la amplitud del mar; / Hay una bondad en su justicia, que es más que libertad.

Es en el Cielo donde más se sienten las tristezas de la tierra;  / no hay lugar donde los fracasos del mundo son juzgados con mayor benevolencia.

Hay una bienvenida para el pecador y mayor gracia para el justo; / hay misericordia con el Salvador; hay sanidad en su Sangre;

Hay gracia suficiente por miles de nuevos mundos como este; / aun cabrían muchas creaciones nuevas en aquel gozoso celestial hogar.

Porque el amor de Dios es más ancho que las medidas de la mente del hombre, / el corazón del Eterno es maravillosamente compasivo.

Hay redención abundante en la Sangre que ha sido derramada; / hay gozo por todos los miembros en las tristezas de la Cabeza.

A Jesús no se lo debemos todo, sino mucho más que todo; / hay mayor bien debido al mal, mayor misericordia debido a la Caída.

Si nuestro amor fuese más sencillo, si tuviésemos más fe en su Palabra, / nuestras vidas serían radiantes en la bondad del Señor.
                                                                       Frederick William Faber, 1814-63

¿En qué textos de las Escrituras se inspiró el autor de este himno? Podrían haber sido estos:

“Porque como la altura de los cielos sobe la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones, como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen” (Salmo 103:11-13).

“Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad” (Salmo 57:10).

“Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor” (Is. 25:4).

“De generación en generación es tu fidelidad” (Salmo 119:90).

“Misericordioso y clemente es Jehová: lento para la ira, y grande en misericordia” (Salmo 103:8).

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordia. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lam. 3:22).

Como consecuencia:

“Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; de generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; en los cielos mismos afirmarás tu verdad” (Salmo 89:1, 2). Amén.