VERBOS DE ORACIÓN

“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ella con toda perseverancia” (Ef. 6:18).

La oración no es una actividad pasiva y relajada, sino un duro trabajo. Requiere esfuerzo, energía, concentración, poder con Dios, determinación, una fe activa, valentía para con Dios y osadía para entrar en su presencia y conseguir lo que uno quiere. ¡Hemos de asirnos de Dios! Implica emociones, no porque queremos manipularle al Señor por medio del dramón que montamos, sino porque somos humanos y las cosas por las cuales pedimos son fuertes y provocan lágrimas, o indignación, o nos conmueven. Vamos a mirar algunos versículos que hablan de la oración para fijarnos en los verbos:

Epafras se entregó al trabajo agotador y conflicto arduo de la oración ferviente que la iglesia de Colosas pudiese estar perfecta y completa en toda la voluntad de Dios: “Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere” (Col. 4:12).

“Cristo, en los días de su carne, ofreciendoruegos y súplicas con gran clamor y lágrimasal que le podía librar de la muerte, fue oído a case de su temor reverente” (Heb. 5:7). La emoción fuerte siempre va acompañado con la reverencia. Somos conscientes en todo momento de con Quien estamos hablando.

“Y (Abraham) volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez” (Gen 18:32) Abraham intercedió con insistencia, con tanta, que temía provocar a Dios a ira por su osadía. Consiguió la salvación de la familia de su sobrino Lot de Sodoma.

“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Yotra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto” (Santiago 5:17, 18). Estuvo tan convencido que Dios había oído su oración que anunció al rey que no llovería hasta que él lo dijese.

“Todos éstos perseveraban unánimes enoración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús y con sus hermanos”(Hechos 1:14). Dedicaron muchos días a la oración juntos y así estaban preparados para cuando Dios abriera el Cielo y enviara el Espíritu Santo.

“Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos” (Jueces 16:28). El resultado fue una gran victoria para Israel sobre sus enemigos que vindicó el Nombre de Dios que la derrota anterior había puesto en entredicho. ¡Dios se mostró el Vencedor!

“Ella (Ana) con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo,…” (1 Sam. 1:11). “Mientras ellaoraba largamente delante de Jehová,… (v. 12). “He derramado mi alma delante de Jehová” (v. 15). “Por la multitud de miscongojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora” (v. 16). Ana se volcó a la oración y Dios le contestó dándole un hijo que cambió la historia de Israel.

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; al que llama, se le abrirá” (Mat. 7:7, 8). Hemos de pedir con poder, buscar con ahínco, y llamar con fuerza. El que pide como si no quería una cosa, no recibe nada.