ORACIÓN A FAVOR DE LA EXTENSIÓN DEL EVANGELIO EN ESTOS DÍAS DE RAMADÁN

“Cantad al Señor un cántico nuevo, que cante al Señor la tierra entera; cantad al Señor, bendecid su nombre; pregonad su salvación día a día. Pregonad su gloria entre las naciones, sus prodigios entre todos los pueblos” (Salmo 96:1-3).

“Bendito Dios, te alabamos, porque extraordinarias son tus obras y mi alma lo sabe muy bien. Te damos infinitas gracias porque tu mano aún no se ha acortado para salvar. Gracias, Señor, porque aunque es cierto que muchas de la noticias que nos llegan de entre los países musulmanes son terribles y a veces atroces, también sabemos que Tú estás obrando en los corazones de mujeres, niños y hombres, revelándoles a Cristo y su salvación, y que muchos están entregando su vida a Cristo, aunque sabemos que mucho de ello no se hace público, porque peligran sus vidas. Por eso te alabamos y damos infinitas gracias, y te pedimos protección para ellos y sus familias; pedimos que su fe no disminuya, sino al contrario, que se fortalezca en esta bendita Roca que es Cristo. Provéeles para sus necesidades, Señor, que el temor no les paralice para dar un testimonio poderoso para tu gloria, oh Dios, y pedimos, bendito Jesús, que Tú te sigas revelando a las vidas de aquellos que no te conocen y que millones de ellos te acepten como su Salvador. ¡Completa, Dios nuestro, el número de tus redimidos! ¡Complétalo, Señor! Y ven pronto, Señor Jesús, ¡ven pronto a recoger a tu Iglesia! La espera se nos hace muy larga, amado mío, ¡muy larga! Estamos esperándote. Deseamos ardientemente celebrar las bodas contigo, Amor de nuestra vida. Anhelamos poder abrazarte, y que, dulce Salvador, Tú nos abraces. ¡Amén!”

Oración escrita por Merche Pons de la iglesia en C/ Llibertat, Sant Boi (Barcelona)

Mientras estos hermanos ponen sus vidas por Cristo, vamos a apoyarles en oración, estar dispuestos a ir nosotros, y contribuir a las misiones que trabajan estos países.

A trabajar os mando por el mundo,

Sin recompensa, fama o sostén,

Para aguantar las luchas y las burlas,

A trabajar os mando yo también.

A soledad y ansia yo os mando,

Con corazones llenos de amor;

Abandonando hogares y a amigos;

Para sufrir os mando yo también.

A predicar os mando por el mundo,

A proclamar a esclavos libertad;

Para anunciar el grande Evangelio,

Hasta la muerte os mando yo también.

Como el Padre me mandó, así os mando yo.

John W. Peterson