DIOS MUEVE A LA GENTE

“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes, dice el Señor. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza” (Jer. 29:11, NTV).

Lo que Dios ha planeado es lo que será, y Él pone en marcha aquello que ha planeado. Es más que capaz para hacer que una persona haga lo que Él quiere que haga, “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Fil. 2:13). Mueve la voluntad de la persona para que haga Su voluntad. Dios siempre consigue lo que pretende, y esto nos da mucha seguridad. Vamos a considerar algunos ejemplos.

1.     Le quitó el sueño al rey, le dio por leer las crónicas del reino, y precisamente la parte que hablaba del atentado contra su vida. Le hizo sentir gratitud y la necesidad de recompensar a Mardoqueo por salvarle (Ester 6:1). Esta noche cambió el rumbo del libro y el destino de los judíos.

2.     Ocurren casualidades. Rut “por casualidad” fue a trabajar en el campo de la precisa persona que podía redimirla (Rut 2:20). Booz, por su parte, colaboró con el plan de Dios en obediencia a su voluntad que está revelado en las Escrituras (Rut 3:12 y Lev. 25:25). 

3.     Pone presión sobre la persona. Como no quiso colaborar el Faraón de Egipto, y hacer la voluntad de Dios, Dios puso presión sobre él para llevarle a cambiar de parecer (Éxodo 12:31). ¡Las personas continúan siendo libres, y libremente deciden hacer lo que Dios quiere!

4.     Toca sus sentimientos. David fue movido a celo por la honra de Dios. Esto es lo que motiva a la persona que ama a Dios y realmente busca los intereses del Señor. David estaba obedeciendo a su padre cuando se encontró con sus hermanos en el campo de batalla. Cuando vio como Goliat se burlaba de Dios, fue movido a celo para honrar su Nombre (1 Sam. 17:45).

5.     Usa la naturaleza. Dios envió una tempestad para a espantar a los marineros y alertar a Jonás de su error. Jonás entendió enseguida que Dios estaba detrás de los elementos, y que él era el culpable (Jonás 1:8-12).

6.     Manda visiones. Cornelio vio una visión de un ángel que habló con él y le dijo lo que tenía que hacer. Era temeroso de Dios y le obedeció (Hechos 10: 3). Dios mandó también una visión a Pedro para que él hiciera su parte al llevar a Cornelio a Cristo (Hechos 10: 10).

7.     Da una palabra de profecía. Puede proceder de Dios o de otra persona. Dios le habló a Jeremías (Jer. 32:6). Esta palabra fue confirmada cuando su primo vino y propuso lo que Dios había dicho que propondría, y esto llevó a Jeremías a obedecer la profecía. 

8.     Envía una luz irresistible. Esta es la luz de la gloria de Dios que apareció a  Saulo en el camino a Damasco, que le dejó absolutamente convencido de que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Saulo respondió diciendo que haría lo que el Señor le mandase (Hechos 9:6). A continuación recibió la visita de Ananías que le comunicó la voluntad de Dios para su vida (Hechos 9:15-19). Pablo pasó el resto de su vida haciendo aquello que el Señor quería que hiciera.