“Si yo me fuere, os lo enviaré” (a saber, al Consolador) (Juan 16:7).

1.     Te convenció de pecado, de haber incurrido la ira de Dios y su justa condenación, de que no podías hacer nada para salvarte y que estabas perdido.

2.     Te reveló que Cristo cumplió la ley en tu lugar, que Él es tu justicia; y que el sacrificio de Cristo paga por tus pecados, que Él es tu sustituto, y que su sangre limpia de todo pecado.

3.     Te hizo nacer de nuevo y te incorporó como niño recién nacido en la familia de Dios. Te hizo hijo/hija de Dios y te dio identidad familiar.   

4.     Te selló para Dios, reconociéndote como hijo de Dios y guardándote para el día de redención completa cuando Cristo vuelva.

5.     Te da la seguridad de tu salvación.  

6.     Vino a vivir haciendo de tu cuerpo su templo. Desde dentro de ti intercede y ofrece oraciones, adoración e intercesiones al Padre. Lleva tus oraciones al trono de Dios.

7.     Te incorporó a la Iglesia y te dio amor para tus hermanos en Cristo.

8.     Te guarda como suyo en la hora de tentación para que nada, ni nadie te aparte de Dios. Te protege de todo mal. Guarda tu alma.

9.     Te da el poder para hacer morir las obras de la carne.

10.  Te da el poder para vivir la vida cristiana. Te consuela, te anima, te fortalece.

11.  Dentro de ti, anhela la comunión con Dios. Te mueve a buscarla.

12.  Te santifica; te va transformando a la imagen de Cristo. Te da la capacidad de ir forjando sus frutos (¡los frutos del Espíritu Santo!) en tu carácter. 

13.  Te guía a lo largo de tu vida, dirigiéndote, mostrándote la voluntad de Dios y el camino que has de coger.

14.  Te da poder, sabiduría, y valentía para testificar de Cristo.

15.  Derrama el amor de Dios en tu corazón para que te sientes amado por Dios, y para que uses este amor para amar a tus hermanos en Cristo, y a los perdidos.

16.  Te revela a Jesús. Pone amor en tu corazón para Él. Le interpreta para ti. Te ayuda a comprenderle y conocerle cada vez más. Te hace real en ti todo lo que Cristo hizo por ti.

17.  Te abre las Escrituras para que las entiendas. ¡Las inspiró Él! Te guía a toda la verdad.

18.  Cuando pecas y ofendes a Dios, te convence de pecado y te lleva a la cruz para recibir la limpieza otra vez.

19.  Te va preparando para el día de tu boda, las Bodas del Cordero, para que seas la Novia perfecta para Él.

20.  Dentro de ti, Él anhela y desea el retorno de Cristo. “El Espíritu y la Esposa dicen: “Ven”. Juntamente con tu espíritu clama al Padre para que Cristo vuelva, y juntos miren al cielo esperando aquel Día.