Justicia y disciplina

PROFECÍAS ACERCA DE LAS NACIONES (1)

“Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías, contra las naciones. Con respecto a Egipto:…” (Jer. 46:1, 2).

Nuestro primer pensamiento podría ser que esta parte del libro de Jeremías debe ser muy aburrido, pero lo que se desprende de ella es vital. La primera lección es que esta sección, sobre el juicio de Dios que va a caer sobre las naciones, sigue la parte anterior que versa sobre el juicio de Dios que cayó sobre Israel.“Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál era el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador?” (1 Ped. 4:17). Este es el orden siempre, primero Dios juzga a los de su casa y luego a los demás; primero la iglesia, luego el mundo. ¡Y el juicio que cayó sobre Israel fue tremendo! Vino porque Israel practicaba la idolatría, no la idolatría pura, sino un poco de culto a Dios mezclado con lo del mundo, la religión tan popular de nuestros tiempos, sexo y guerra, es decir, culto a la Reina del Cielo. Mantenían las formas exteriores, pero su corazón estaba lejos de Dios. Tenían una forma de piedad, pero no el poder que debe acompañarla.

La segunda gran lección es que Dios no solamente sabe lo que va a pasar a todas las naciones del mundo, ¡es que Élcontrola su destino! Él los juzga. El Dios de Israel gobierna el mundo entero. Como dijo Abraham, Él es el Juez de toda la tierra.

Profecía acerca de Egipto:

El capítulo está escrito en forma de poesía describiendo la batalla entre Egipto y Babilonia. En su orgullo Egipto piensa que va a seguir siendo la potencia mundial. Entra la batalla toda confiada:“Subid, caballos, y alborotaos, carros, y salgan los valientes; los etíopes y de Put que toman escudo, y los de Lud que toman y entesan arco. Mas ese día será para Jehová Dios de los ejércitos día de retribución para vengarse de sus enemigos” (46:9, 10). La batalla es entre Egipto y Babilonia, Israel no participa, ¡pero el Dios de Israel está usándola para vengarse de sus enemigos! Dios utiliza las guerras de este mundo para traer retribución sobre los que han roto susleyes. Detrás de la historia del mundo está la mano de Dios obrando su justicia.

Egipto será derrotado juntamente con sus dioses: “Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, ha dicho: He aquí que yo castigo a Amón dios de Tebas, a Faraón, a Egipto, y sus dioses y sus reyes; así a Faraón como a los que en él confían y los entregaré en mano de de Nabucodonosor rey de Babilonia, pero después será habitado como en los días pasados, dice Jehová” (v. 25, 26). La profecía para Egipto termina con esperanza para este país, y restauración al final.

¡Después encontramos una promesa de gracia para Israel! El amor y la compasión de Dios para su pueblo castigado suben a la superficie: “Y tú no temas, siervo mío Jacob, no desmayes, Israel. Porque he aquí yo te salvaré de lejos, y a tu descendencia de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará y será prosperado, y no habrá quién lo atemorice. …Destruiré a todas las naciones entres las cuales te he dispersado; pero a ti no te destruiré del todo, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera de dejaré sin castigo” (v. 27, 28). ¡Aquí tenemos tema para mucha meditación! Dios disciplina a los que ama, pero no los destruye.