SER ÚTIL

¿Servirá para algo? Si cuando estaba entero no servía para obra alguna, ¡cuánto menos ahora, devorado por el fuego y chamuscado! ¿Serviría para algo? (Ez. 15:4, 5).

            Dios declara que Israel se ha hecho inútil, como la madera de la vid una vez que ha sido chamuscado por el fuego. Antes, no era una madera que se podía aprovechar para hacer muebles o nada útil, mucho menos cuando haya pasado por el fuego. Con estas palabras Dios habla de la suerte de Jerusalén, el castigo de la ira de Dios sobre la ciudad, y cómo quedará después. “Como la madera de la vid entre los árboles del bosque, la cual di al fuego para que la consumiese, así haré a los moradores de Jerusalén” (v. 6). Tenía que haber sido una palabra muy dura para sus habitantes. 

            ¿Cómo mide Dios la utilidad? Dios hizo Jerusalén para que fuese luz a las naciones, para que su justicia reflejase la gloria del Dios de Israel, pero como Jerusalén no dio esta luz por su justicia, la dará al fuego que va a consumir la ciudad, porque en su juicio se verá a justicia de Dios. “Convertiré su tierra en asolamiento, por cuanto cometieron infidelidad, dice Adonay Yahvé” (v. 8). Fidelidad a Dios es serle útil. Nuestra fidelidad es la medida de nuestra utilidad a Dios. La inutilidad es estar lejos de Dios, infieles.

Cuando estamos en desobediencia y rebeldía contra Dios, nos hacemos inútiles. “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todo se desviaron, a una se hicieron inútiles” (Rom. 3: 10, 11). La persona puede tener un buen trabajo, ganar mucho dinero, tener prestigio ante el ojo del público, tener grandes posesiones y mucha fama, pero si no está sirviendo para los propósitos de Dios, es un inútil. Dios nos hizo“para la alabanza de su gloria” (Ef. 1:6, 12, 14), no para nuestra propia gloria. Dios hizo Israel para la alabanza de su gloria, pero le eran infieles y no le glorificaron por vidas de justicia en obediencia a su Palabra, sino que vivieron alejados de él en la inmoralidad de la idolatría y se hicieron inútiles.

Ser útil es ser fiel al Señor. ¿Eres fiel? Eres útil. ¿Vives a tu manera, haciendo lo que pide tu cuerpo, siguiendo la corriente de este mundo, con la mentalidad de este presente siglo? Eres inútil. Puede ser que tú no veas tu utilidad, que te menosprecies y te veas como poca cosa; lo que importa es cómo Dios te ve. Si eres fiel a Él, te considera útil. El apóstol Pablo escribe a Filemón : “Te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil” (v. 10, 11). ¿A qué es debido este gran cambio en Onésimo? ¿Cómo se convirtió de una persona inútil en siervo útil? Por conocer al Señor y serle fiel. Le estaba siendo de gran utilidad a Pablo en la cárcel, sirviéndole y atendiendo a sus necesidades. Ahora Pablo pide permiso a su dueño para retenerle con él en sus prisiones por la gran ayuda que le estaba siendo.

Cuando nos convertimos al Señor, dejamos la inutilidad para serle útiles al Señor, y Él pondrá los dones y los medios para que esto sea posible. Y al serle fieles, somos útiles según la estimación de Dios.